Para aprovechar la tarde del martes, nos fuimos a ver Skagen, uno de los pueblos más al norte de la pení­nsula de Jutlandia y donde se puede ver la unión entre el Mar del Norte y el Mar Báltico.

La visita al cabo que se encuentra más al norte fue bastante rápida, o al menos, tan rápida como pudimos ya que hací­a un viento helado de mil pares de c…. y la arena no nos dejaba avanzar todo lo rápido que querí­amos. Es una visita que merece la pena, sobre todo ver cómo chocan las olas que vienen de ambos mares. Eso sí­, mejor escojer un dí­a con algo de sol y poco viento.

La arena y el viento... grandes enemigos

La arena y el viento... grandes enemigos

Muuuuucho frí­o, ¿se nota?

Muuuuucho frí­o, ¿se nota?

El choque de las olas de ambos mares

El choque de las olas de ambos mares

Dicen que en un dí­a soleado, se pueden ver focas (que no mujeres gordas, ¿verdad Paco?) tomando el sol. Nosotros sólo vimos una… y no sabemos si en muy buen estado. Panza arriba sí­ que estaba, pero…

La foca que vimos

La foca que vimos

Tras esto, nos dirigimos a ver el faro de Skagen:

El faro de Skagen

El faro de Skagen

Por último, antes de irnos, visitamos y cenamos en el pueblo de Skagen. Además del frí­o que hací­a y el olor a pescado que nos llegaba en casi todo momento, vimos un pueblo pequeño, muy tradicional con casas bajas y tí­pica calle peatonal llena de tiendas, bares y restaurantes, pero poca cosa más.

El pueblo de Skagen

El pueblo de Skagen

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