La verdad es que me gustarí­a haber realizado este post (y los restantes del mismo tema que tienen que llegar) de forma directa, pero bueno ahora llega la explicación.

A todo esto, del 4 al 19 de julio pude disfrutar de unas calurosas (demasiado calurosas) vacaciones en China en compañia de buenos amigos. Al igual que como hice al viajar a Dinamarca, me llevé el portátil para, además de conectarme un poco para hablar y escribir a casa, poder ir relatando poco a poco el viaje para recordar el mayor número de detalles posibles.

Pero la realidad ha sido bastante distinta. Tras más de una semana ya por Pamplona empiezo a escribir sobre todas las experiencias (que me acuerde) del viaje, que tendré que ir intercalando con otros posts que vayan naciendo. Como se comenta en muchos sitios la censura en China es evidente y la sufre cualquier persona que pasa por aquel paí­s. Pude comprobar como se encuentran censurados de forma permanente todo tipos de redes sociales y sites de opinión como twitter.com, blogger.com, blogspot.com, wordpress.com, livejournal.com, youtube.com… y otras tantas que seguro que lo están y que no llegué a probar. Hasta webs como flickr.com sufren censura.

Según me comentaron, una de las prácticas habituales es, si tienes suerte, tener acceso la primera vez que te conectas, pero después o bien no consigues entrar de nuevo (como fue mi experiencia con twitter.com) o bien te dejan entrar dí­as después, como me pasó con mi blog, tatai.es, al que pude entrar semana y media más tarde, apenas unos dí­as antes de volvernos.

Ahora el trabajo que queda es más duro: acordarse de las cosas y escribirlo todo. Al menos sí­ que pude acceder al correo y también a colgar algunas fotos en Picasa.

No voy a entrar a valorar (mucho) esta censura, pero tengo claro que el derecho a la información y a la libre expresión es algo que no se puede negar y este tipo de medidas no hacen más que enturbiar cualquier buena acción que se intente desde aquel paí­s con respecto a los derechos humanos. Es una pena que en algunos sitios no tengan derecho a la libre libertad de expresión e información y en otros, ya que se tiene, se digan tantas tonterias y se haga tanta demagogia y haya tanta hipocresí­a, pero en fin, no existe la panacea.

Me hubiese gustado empezar de otra forma el viaje, que realmente estuvo genial, pero las cosas hay que contarlas como realmente fueron y esto fue uno de los temas que más me impactaron cuando llegué allí­, junto con la cultura, pero de eso hablaremos más adelante 🙂