Tras la paliza de estos dí­as, decidimos quedarnos por Aalborg a ver algunas cosas que nos quedaban todaví­a pendientes. Aalborg cuenta con museo marí­timo y museo de defensa y aunque nos propusimos ver ambos, nos entretuvimos más de lo que pensamos en el marí­timo y como cierran ambos a las 16h, pues tuvimos que dejar el de la defensa para otro dí­a.

La visita comienza con una exposición de maquetas de barcos bastante interesante, aunque lo mejor vení­a después.

Como limpiaban el casco de un barco antiguamente

Como limpiaban el casco de un barco antiguamente

Maqueta de uno de los barcos

Maqueta de uno de los barcos

Una vez pasamos las salas de las maquetas, habí­a muchos y diferentes aparatos relacionados con los barcos. Para empezar, pudimos ver en funcionamiento un radar y un periscopio:

Radar real en funcionamiento

Radar real en funcionamiento

Periscopio para ver por encima del tejado

Periscopio para ver por encima del tejado

Habí­a muchas cosas y muy interesantes que no hay que perderse, aunque cabe destacar que se puede ver cómo es la lente que forma un faro y cómo agranda la luz que hay en su interior. Seguidamente se ve a un gamberro tras una de estas lentes; podéis ver el tamaño real en las manos que aparecen en el lateral y eso que apenas habí­a medio metro de separación entre la lente y el gamberro.

Lente de un faro

Lente de un faro

También vimos, para alegrí­a de nuestro compañero ea2ccg, la estación de radio oz2asm que aunque parece de exposición, es completamente funcional y operativa durante los domingos desde marzo hasta octubre.

La estación oz2asm

La estación oz2asm

Aunque lo más interesante de la visita estaba aun por llegar ya que en la exposición al aire libre que tiene el museo, hay ¡un submarino que puede visitarse por dentro!

El submarino de la exposición

El submarino de la exposición

A pesar de lo grande que se ve por fuera, por dentro es todo lo contrario: pequeños cubí­culos, minúsculas literas y estrechos pasillos con puertas en las que era imposible no pasar agachado. Además, cada 15 minutos sonaba la alarma de inmersión que te pegaba un buen susto. El periscopio también funcionaba y estaba ambientado de modo que constantemente se oí­a a la tripulación, sonido del sónar y las alarmas.

Los pasillos eran angostos; dos no pasaban a la vez o lo hací­an muy juntitos

Los pasillos eran angostos; dos no pasaban a la vez o lo hací­an muy juntitos

Los baños... realmente pequeños

Los baños... realmente pequeños

Los controles de navegación

Los controles de navegación

También habí­a más barcos en los que montarse, minas, cañones, boyas, torpedos… y hasta un helicóptero. Hay muchas fotos en el set completo de Picasa.

En resumen, una visita interesante de un par de horas (o algo más) en la que pueden verse muchas cosas y explicaciones de casi todo lo que tiene que ver con la marina, con el aliciente de poder montarse en un submarino.

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